18, ese número mágico, ese número que a todos
cautiva. Deseado tanto por los que aún no han tenido la suerte de
vivirlo como por lo que ya gozan de la experiencia de ese
privilegio.
Es un momento ansiado, ese ese momento que llevas
esperando tanto tiempo, tan fugaz, pasa tan rápido, es como el agua
que se escurre entre los dedos, aún puedes sentirla durante un
tiempo, pero ha pasado efímera y sus consecuencias también lo son.
Es un momento rápido, tanto tiempo esperándolo, tantos momentos
están por llegar, tantas puertas se te abrirán. Estás deseoso de
vivir todas esas nuevas experiencias que se te abren al cruzar esa
frontera, casi una meta, una meta que parecía difícil de alcanzar, la
veías tan lejana y ahora ya casi la tienes. Pero ese momento pasará,
y todo el tiempo que pasaste deseándolos lo pasaras echándolos en
falta. Como si no te hubiera dado tiempo a aprovechar todas las
experiencias que esperabas, como si ese momento dulce ya hubiera
pasado y solo queda el recuerdo de él.
Tanto te queda por delante que ni lo imaginas, es tal
la ignoración que tienes ante tu futuro que solo eres capaz de mirar
hacia atrás, de recordar ese maravilloso momento, y desear que
vuelva. Acabarás perdiendo tanto tiempo mirando hacia atrás como el
que perdiste mirando demasiado lejos. Porque esta en nuestra
naturaleza, es natural vivir deseoso de cruzar esa frontera que te
separará de ese adolescente lleno de inseguridades, miedos y
sobretodo limitaciones, para convertirte en una persona adulta,
autosuficiente y madura, no solo lo serás, también se te vera así
desde fuera, esas limitaciones impuestas acabarán, el mundo dejará
de verte como ese crio insensato, o peor, ese adolescente prepotente,
dejarás de ser todo eso. Una nueva vida empieza para ti, entraras en
el selecto grupo de la gente adulta, donde ser adulto implica que
nadie dude de tu madurez, de tu palabra o incluso de tus decisiones.
Pero pronto dejarás de ser el miembro más reciente
de ellos, y verás entrar nuevos compañeros. Poco a poco empezarás
a tratar a aquellos que no han cruzado a tu lado como tanto odiabas
que te lo hicieran. Porque ese selecto momento pasará, es un momento
fugaz, es una cualidad que implica rapidez y olvido, olvido de cuando
cruzaste esa maravillosa meta, maravillosa sobretodo por la
hipocresía de los que están al otro lado, pero al olvidarlo te
empaparas de ella y la propagarás como si no hubiera otro remedio.
Porque esa frontera ya queda lejos, solo puedes añorarla y recordar
esos buenos momentos, pero esos recuerdos sustituirán a todo lo que
había antes, a cuando eras un adolescente al que todos trataban como
un irresponsable, y en esos arrebatos de rebeldía no conseguías
entender esa injusticia, en la que pronto te veras sumergido, sin
vuelta atrás. Sin sombra de aquel niño feliz o aquel adolescente
preocupado por querer más de lo que podía alcanzar, ahora eres un
adulto.
22:24 02/11/2016