El otro día
escuche una cosa que todos hemos oídio mucho. Pero esta vez sonó con un eco
diferente, como si hasta ahora no hubiera visto la totalidad de esta frase.
“El dinero mueve
el mundo”
Hasta entonces no
había visto realmente todo lo que hay detrás de esta frase. Sólo veía la
necesidad de darle más valor al dinero, que en el fondo no vale nada. Pensaba
que era lo que decía la gente para callar a su conciencia, que les dice que
están haciendo mal. Necesitas justificar todo el daño que causas a cambio de
papel, si este papel realmente moviera el mundo esa maldad les pesaría menos.
Yo solía
contestar algo como “El amor mueve el mundo” o “La bondad mueve el mundo”.
No me había dado
cuenta de que diciendo esas cosas yo misma me metía en el saco de los
hipócritas que piensan que el mundo se mueve por algo humano, no somos ni de
lejos tan importantes, menos en referencia al planeta. Somos una especie más,
lo único que nos hace diferentes es creernos superiores a todo lo que nos
rodea.
El mundo se mueve
solo. Ninguno de nosotros ha participado en ello. Si ninguno estuviera aquí,
seguiría girando, sin ninguna interrupción. Incluso: durante mucho más tiempo.
Porque, aunque no
seamos la causa de ese movimiento si que podemos suponer su final. Sólo que
nosotros si necesitamos el planeta para vivir, aunque no nos necesite nosotros
a él si, por muy superiores que nos creamos.
Porque hay
demasiada gente que se piensa que el mundo gira para ellos, y por eso piensan
que tienen derecho sobre él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario